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miércoles, 24 de julio de 2024

Todo lo que sucedió con Miranda Huff. Javier Castillo

 TODO LO QUE SUCEDIO CON MIRANDA HUFF  
Muy buena novela, se lee bien, con placer, rápido. No sobran páginas como en alguna otra novela del autor. Recomendable.

Entrevista con el autor:




spoiler: 

Al final muere la amante del protagonista siendo un personaje que queda fuera totalmente de  la novela, para nada trabajado. Pienso que es su punto flaco y triste de la novela, siendo un final que presume de ser feliz, en realidad es un final éticamente deplorable.

viernes, 19 de julio de 2024

El Último verdugo / Toni Hill

 

El último verdugo (Novela de intriga)

SINOPSIS:

Aunque parezca imposible, un asesino en serie está ajusticiando a sus víctimas con un garrote vil, el mismo instrumento usado por los verdugos siglos atrás y considerado la máquina de matar más cruel jamás construida. ¿Por qué recurre a un método tan macabro? ¿Qué tienen en común los muertos? ¿Por qué elige lugares especiales de Barcelona para abandonar los cuerpos como si la ciudad fuera una parte importante de su mensaje?

                     ENTREVISTA CON EL AUTOR:



El País: entrevista
El último verdugo es la historia de un asesino en serie, Thomas Bronte, que mata por motivos muy concretos y con un método muy salvaje: el garrote vil, artilugio de muerte que desencadenó el proceso creativo de Hill. “Fue el detonante. Por casualidad me encuentro con la biografía de Nicomedes Méndez [verdugo que ejerció en Barcelona y perfeccionó la capacidad asesina del artilugio] y se me abrió un mundo. Es un instrumento muy nuestro, que me resulta muy desagradable, que me impone mucho, un instrumento asociado con tipos sórdidos y que yo pongo con un tipo que es todo lo contrario”.
Bronte es, en efecto, un señor peculiar: británico afincado en Barcelona, es experto en arte, sofisticado, un hombre que mantiene con un punto de indiferencia dandi un círculo social interesante y rico y que mata de forma brutal a gente que considera que se lo merece. Le gusta provocar y se define sobre todo por una amoralidad que lo acerca más a Thomas Ripley que a Hannibal Lecter. “No había líneas rojas, pero quería huir del psicópata que mata mujeres. Ya está bien”, explica Hill. “Quería crear un psicópata con el que pudiera empatizar. No podía ser un policial al uso”. Y en ese juego con la empatía hacia el monstruo hay un riesgo que el autor, confiesa, asume encantado.

El lector sabe desde el principio quién es el asesino, lo que multiplica el valor de Lena Mayoral, una psicóloga criminalística que trata de llegar al porqué, un personaje lleno de matices que crece hasta convertirse por momentos en la protagonista. “Frente al monstruo, quería a una persona muy normal, que se alejara de las policías de última hornada, guais, herederas de Lisbeth Salander: quería a la típica chica normal y corriente pero que tuviera su propia historia y que además no fuera perfecta, educada en valores muy del siglo pasado (competitividad contigo misma, mucha exigencia, etc.), una persona a la que no es fácil querer, o esa es la sensación que ella tiene. Es la antítesis de la frivolidad”.

Hill ha ido marcando su camino literario con ciertos aspectos reconocibles a lo largo de sus siete novelas. Aquí, por ejemplo, Bronte está marcado por hechos traumáticos ocurridos en su infancia, como les pasaba a los protagonistas de Tigres de cristal (2018). “Es una manera de explicar a un personaje. La infancia es cuando recibes tus primeras sensaciones sobre el mundo, si te quiere o no. Todos nos acordamos, no de cosas concretas, pero sí de las sensaciones”.

Orgulloso de haber pasado de “traductor que escribe a escritor que traduce”, Hill ve muchas virtudes, más allá de la tranquilidad a final de mes, a su trabajo de traslación de novelas del inglés al español. “Te da una disciplina para ponerte delante del ordenador y producir un número de páginas. Eso no se puede aplicar igual en la escritura, pero te ayuda a no levantarte cada cinco minutos de la silla. Y te proporciona también ese gusto por la depuración de la lengua. En una traducción tienes que asumir que nunca vas a hacer lo mismo: el resultado final se tiene que parecer mucho, pero las piezas son distintas”.

En un contexto cada vez más competitivo, El último verdugo se ha convertido en uno de los thrillers del verano. Preguntado por el estado de la cuestión, el autor de Los amantes de Hiroshima ve “gente que está haciendo las cosas muy bien” en la novela negra y cree que se han ido perdiendo los complejos, aunque, como en cualquier género expuesto y explotado, “la calidad suba y baje”. Sin embargo, a Hill le ha sorprendido el éxito del libro: “Parece que se vende un tipo de thriller que no es el mío, no es mi tono y pensé: igual me he quedado atrás”.

No es la primera vez que el éxito le pilla por sorpresa. En 2011 era un traductor que siempre había querido escribir, con algunas historias en el cajón y una idea: poner Barcelona de nuevo en el centro de la narrativa negro criminal. De ahí surge el sorprendente periplo de El verano de los juguetes muertos: “Fue como una cosa de las que no te crees: cuando conoces el mundo editorial desde dentro sabes que pasa poquísimo. ¡Fue tan exagerado! Era muy fácil que todo acabara ahí. Era un policial en Barcelona, en 2010, con la ciudad de moda, surgió en el momento, y era un personaje que funcionaba porque la gente lo siguió… pero se publicaba directamente en bolsillo: iba a ser el libro típico de Carrefour. Entonces lo entrego, me pagan, poco, y al tiempo vuelven con siete traducciones compradas de la feria de Turín. Luego fueron 19. Daba un vértigo enorme”. Paradojas del triunfo, sobre todo cuando es inopinado: puede traer tantas alegrías como preocupaciones.

A su primer superventas le siguieron otras dos novelas con las que cerró esa trilogía, su experimento netamente policial. Pero ahí permanecían las inseguridades: “Me daba miedo que mi carrera acabara al terminar Salgado. No quería hacer solo policiales: el género tiene muchas más aristas para explorar. Quería ir abriendo mi mundo”. Ahora tiene en mente una incursión en el thriller histórico, tan en boga, aunque también le encantaría escribir terror —“pero es dificilísimo”— y, para completar las opciones, ha dejado abiertos los caminos de los protagonistas de El último verdugo. Solo queda por determinar cuál será la próxima parada del viaje de Toni Hill por los amplios parajes de la novela negra.


Nosotros / Manuel Vilas


NOSOTROS

Gran novela de amor y soledad. Sí, el amor no necesita compañía para existir. Pienso que puede llegar al máximo en una situación de soledad, cómo es en el caso de la novela. Triste, pero intenso. Doloroso, pero vivo.

En el transcurso de la novela podemos seguir a una mujer que lucha por la pérdida del gran amor en base a una numerosa cantidad de amores pequeños.

Seguiré leyendo a este autor.

Sinopsis:

Irene cree haber vivido el matrimonio más perfecto del mundo. Años de absoluta entrega y pasión entre dos seres humanos, así evoca ella su amor con Marcelo, su difunto marido.

Tenían una conexión que maravillaba y extrañaba a su círculo más cercano: era una pareja que vivía el uno para el otro, como si cada día fuera el primero. Esta relación, la mayor de las historias de amor, los mantuvo aislados de su entorno, en los márgenes de la realidad común.

Con la pérdida de Marcelo, el mundo de Irene se rompe, pero ella descubre una insólita forma de seguir viviendo junto a él para salir adelante. Esa manera de recordar e invocar a quien fue el amor de su vida construye esta fantasía literaria.


espoiler: 

Ella ve a su amor perdido cuándo llega al clímax/orgasmo con aquellas personas que encuentra en su huída hacia delante.

El plan consiste en atraer y entregarse a sucesivos amantes, hombres y mujeres, quienes, en el momento álgido de la relación, le permiten reencontrar al marido, hablarle al menos, en lo alto de una escalera. Cada uno funciona al modo de un médium. Son siete las experiencias de esa clase que se describen con bastante pormenor, incluso con detallismo fisiológico, aunque se nos aclara que, en total, fueron muchas más.

NÉMESIS. ISAAC ISAMOV

  Muy contento de leer la que podría ser (aunque no oficialmente) la primera novela que empezaría las sagas de Isaac Asimov. En el siglo XXI...