Es un libro que se puede leer en partes y es conveniente su relectura para poder recordar al menos parte de la ingente cantidad de datos que ofrece. Eso sí, el libro ofrece un orden. Primero nos habla de la posible extinción de la humanidad y del propio planeta por diversas razones. En su segunda parte nos habla de la única solución final posible: abandonar el planeta, abandonar la Tierra y nos explica cómo sería posible.
Una de las ideas que expone el libro y que más me han interesado es la de la inmortalidad. Una de la posibilidades que destaca es la inmortalidad digital. Esto implica una copia de todos nuestros datos, incluidos nuestras expresiones más comunes o los gestos más personales. Me encanta la paradoja que ofrece y que yo completo un poco: estamos a punto de morir y replican nuestro cerebro para implantarlo en un robot o un humanoide. Este ser digital, ¿tendrá nuestra alma?, ¿nuestro espíritu? Yo creo que todo se podrá ver una vez acabado el proceso. La vieja/nueva persona se considera y se siente como una continuación de una vida anterior o... empieza de cero con los datos cargados.
Ahora viene la paradoja: El proceso ha concluido pero en el último momento nos salvan la vida. Ahora tenemos dos cuerpos, dos cerebros, dos personas. Son iguales. ¿Tiene derecho el primer Yo de quitar la vida al segundo? En mi opinión no tiene ese derecho. Las experiencias subsiguientes diferenciaran sensiblemente las dos personalidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu ideas