Serie que no recomiendo.
Ridley Scott produce y dirige en parte una serie que puede parecer que se acerca a los universos míticos creados por él tanto en Alien como en Blade runner. Con esta expectativa empecé a ver la serie y me tuve interesado los primeros capítulos para después acabarla por acabarla.Tiene algunos aspectos interesantes como la idea de que los seres androides pueden manifestar también emociones. De hecho, un programa cualquiera no decide lo que hace fuera de su programación y siempre buscará un determinado resultado. Cuando un cerebro androide no consigue el resultado que busca, volverá a intentarlo. Hasta el final. Puede parecer lógico que manifieste un interés máximo en conseguir su propósito. Es algo parecido a actuar con pasión, o ira.
También la serie nos cuenta que hasta en momentos muy alejados en el futuro, visitando otros planetas y luchando por la supervivencia, continuaremos siendo humanos actuando emocionalmente.
La familia será también reconocida en el futuro y aquel que no la tenga, la buscará. Algunas de las tribus humanas del futuro cuentan todavía con la religión. De esta manera se presenta un futuro de la humanidad muy propio de la Edad Media.
No le he encontrado más sentido al guión y aunque deja muy abierto para una continuación, no seré yo quien la siga. Si destaco el trabajo de la actriz Amanda Collin en el papel de la androide.
Me despido, a pesar de la crítica, deseando todo lo mejor al gran director y agradeciendo los buenos momentos que ha llevado a mi vida disfrutando de su obra cinematográfica.
Gracias, Ridley.
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